lunes, 19 de febrero de 2018

RUBÉN CASTILLO








Rubén Castillo Gallego (Murcia, 1966) es licenciado en Filología Hispánica y profesor de Lengua Castellana y Literatura en Enseñanza Secundaria. Ha ejercido la crítica literaria en los periódicos La Verdad, El Faro de Murcia y El Noroeste, así como en varios blogs especializados y en dos docenas de revistas nacionales y extranjeras. Durante doce años fue articulista semanal en la prensa murciana. Actualmente comenta libros de actualidad en Librario íntimo (rubencastillo.blogspot.com)

Como escritor, ha obtenido diversos galardones, tanto en novela corta (premio Gabriel Sijé en 1989, premio Ateneo de Valladolid en 1991) como en cuento (Ciudad de Mula, Encarna León, José Calderón Escalada, Gerald Brenan, etc). Ha publicado una novela corta (Reina María), dos volúmenes de relatos (Imágenes prohibidas de la Biblia y Hegel en el tranvía), cuatro de ensayos, artículos y críticas literarias (Palabras en el tiempo, Verdades parciales, La voz de los otros y Ventanas de papel), y las novelas La mujer de la mecedora (1992), Las grietas del infierno (2002), Las hogueras fosfóricas (2011), El globo de Hitler (2011) y Galatea de las esferas (2012).


LOS DÍAS HUMILLADOS



Un empresario vasco ha sido secuestrado por la banda terrorista ETA y permanece en un zulo, vigilado por dos miembros de la banda.  Esta tensa situación genera unos diálogos terribles, en los que afloran el miedo de la victima, la irracional brutalidad de sus captores y la ideología bastarda que provoca esa violencia.  Y, como telón de fondo, se yergue la figura de Idoia, cabeza invisible del comando y responsable, en último extremo, de su liberación o su ejecución.
A través de varias escenas independientes (que funcionan como diapositivas macabras) asistimos al paulatino cansancio de la victima, incapaz de dialogar racionalmente con sus secuestradores y cada vez más hundida desde el punto de vista anímico.
Retrato de una época terrible de nuestro país, Los Días Humillados nos habla de un tiempo de infamia, vejaciones y horror, que costará mucho trabajo olvidar.